domingo, 10 de agosto de 2008

LA LEYENDA DE SAVITRI

Tercera entrega.
...

Después de dos horas de caminar por los bosques, Savitri y Ramana llegaron a la bifurcacion en el sendero.

-Si marchamos por este camino llegaríamos al castillo de Yama ¿Sabias que el Señor de la Muerte vive cerca?-pregunto Ramana.

Savitri se estremeció.

-Estoy contenta de no haberlo sabido.

-¿De verdad?-Ramana pareció estar realmente sorprendido-Me encontré con el castillo un día, cuando estaba vagando por el bosque. Tenia la curiosidad de encontrarme cara a cara con la Muerte.

Savitri sintió temor tan solo de recordar algo que detestaba tanto.Ramana la tomo de la mano.

-Ven, puedo contarte esto mientras caminamos-apretó su mano y Savitri se sintió mas calmada, como si la fuerza de Ramana la inundara.

-Yo supe inmediatamente que me había tropezado con el hogar de Yama-continuo Ramana- porque los cráneos estaban colocados sobre las picas alrededor de la verja. De manera que me senté y espere a que mi anfitrión apareciera. Al día siguiente Yama regreso a casa. Cuando me vio se puso muy inquieto. "Te he hecho esperar afuera de mi casa por tres días completos", dijo. "Ni siquiera la Muerte puede violar el sagrado juramento de la hospitalidad. Por ello te concedo tres deseos, uno por cada día".

"Eso me satisface", le respondí, " porque hace mucho que deseo obtener tu conocimiento, el mas sabio de los seres de la creación".

Yama se inclino majestuoso. "Mi primer deseo ", le dije, "es conocer el camino de regreso a mi casa: No soy un tonto y no tengo deseos de permanecer contigo para siempre":

Yama sonrio y señalo hacia el Este. "Encontraras el camino de regreso al mundo de los vivos si te marchas por ese camino, hacia donde despunta el Sol. "Mi segundo deseo", dije,"es saber si alguna vez has sentido amor".

Yama no pareció tan complacido entonces, pero respondió con reticencia. "El papel del amor es crear; mi papel es destruir. Por lo tanto no tengo necesidad de amor". Al escuchar eso sentí lastima por Yama, pero el me miro con orgullo, desalentando cualquier intento de mostrar compasión. El dijo: "Apresurate ahora y pide tu tercer deseo".

Le dije: "Los grandes sabios afirman que el alma sobrevive después de la muerte. ¿Es verdad?" Una nube oscura cubrió el semblante de Yama. Balbuceo furioso, pero no tuvo mas remedio que responderme. "Te diré la verdad", afirmo. "Existen dos caminos e la vida: el de la sabiduría y el de la ignorancia. El camino de la sabiduría consiste en conocer el YO. El camino de la ignorancia consiste en perseguir el placer. Dado que nace de los sentidos, el placer es temporal, y todo aquello que es temporal cae bajo el dominio de la muerte. De esta manera, el ignorante cae en mis garras. Pero el YO es la luz de la inmortalidad. Brilla eternamente. Pocos son lo suficietemente sabios para ver esa luz, incluso a pesar de que esta en ellos mismos y en ninguna otra parte. El Yo no es otra cosa que la luz de tu alma.Ahora marchate. Satisfacera a Yama nunca ver tu rostro nuevamente." Y se alejo para alimentar su ira.

Savitri quedo fascinada con esta historia, pero estaba perpleja.

-¿Como es posible que no encontremos el alma si es la luz que brilla en nuestro interior?

Ramana se detuvo y miro a su alrededor. Advirtió que había un charco de agua de lluvia en el sendero y condujo a Savitri hacia el.

-Ves el reflejo del sol en el charco?

Savitri asintió con la cabeza.

-Si, lo veo.

-Entonces mira.

Ramana piso el agua, agitando el lodo y descomponiendo la suave superficie del agua.

-¿Todavía puedes ver el reflejo del sol?

Savitri admitió que no le era posible.

-Esta es la razón por la que la gente no puede encontrar el alma- dijo Ramana-.Esta enlodada en la constante actividad y confusión de la mente. Cuando destruí el reflejo del Sol en el agua, no apague al Sol. El es eterno ya nada puedo hacer para apagarlo. Ahora conoces el secreto del alma, la que incluso la Muerte es incapaz de extinguir.

Savitri se puso seria y meditabunda y dijo:

-Esto es algo que deseo creer.

-Todavía estas asustada- le dijo Ramana amablemente-,pero debes aprender una cosa: no confíes en los reflejos, al menos si lo que deseas ver el la realidad.

Savitri estaba pensativa cuando continuaron caminando, mientras su mano encontraba suave cobijo, en la del monje.

...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muchas veces,aunque no nos demos cuenta no podemos ver la realidad,por que la imágen devuelta por el espejo de nuestro razocinio ha dido distorsionada por lo que creemos que vemos y la llamamos verdad real .
El Sensei