martes, 10 de febrero de 2009



..."Como tantas veces me había dicho,
cuando tuviese abierto el Tercer Ojo podría ver a la gente tal como de verdad
es. Para nosotros el cuerpo no era más que una cáscara o caparazón
animado por la auténtica personalidad de cada cual, el Superser, que toma
las riendas cuando uno se duerme o se muere. Creemos que el hombre está
colocado en su deleznable cuerpo físico sólo para que aprenda y progrese.
Durante el sueño regresa el hombre a otro plano de existencia. El espíritu
se aparta del cuerpo físico y sale flotando en cuanto llega el sueño. El espíritu
mantiene su contacto con el cuerpo fisico por medio de un «cordón de
plata» que no se rompe hasta el momento de la muerte. Y nuestros ensueños,
mientras estamos dormidos, son vivencias que se realizan en el plano
espiritual del sueño. Cuando el espíritu regresa al cuerpo, el choque del
despertar desquicia la memoria onírica a no ser que esté entrenado especialmente.
Por eso a la gente le parece disparatado el mundo de los ensueños.
Pero me referiré a esto con mayor extensión cuando relate mi propia
experiencia en este campo.
El aura que rodea el cuerpo y que cualquier persona, bajo las adecuadas
condiciones, puede aprender a ver, no es más que un reflejo de la Fuerza
Vital que arde en él"...



Fragmento del libro " El tercer ojo" Lobsang Rampa.

1 comentario:

lobo dijo...

un libro muy interesante y con mucho contenido logico y espiritual.